"La riqueza no consiste en tener grandes posesiones,
sino en tener pocas necesidades.”
Epicteto
Continuando con el artículo pasado en el que hablábamos del significado del ahorro, recibí varias llamadas, comentarios y sugerencias.
Debido a ello, es importante mencionar que no necesariamente hablo de volverse millonario, aunque no estaría nada mal, sino de la importancia de vivir sin preocupaciones por la falta de dinero. Administrarse de una manera adecuada.
En el libro “el hombre más rico de Babilonia”, se cuenta la historia de Bansir, un fabricante de carruajes que mientras trabajaba en sus faenas recordaba un sueño que había tenido la noche anterior en la gastaba dinero en prendas de vestir para su esposa, grandes cantidades de comida, cosas para sus hijos… y nunca se le acababa el dinero. Mientras más gastaba, más tenía. Esos pensamientos lo tenían tan preocupado que de repente dejaba de trabajar y se sentaba a pensar en su sueño. En esos momentos llegó Kobbi, su amigo el músico, quien saluda y lo felicita por “no estar trabajando” porque seguramente no necesitaba hacerlo, al tiempo que le pide un préstamo que le será devuelto cuando termine su contrato en la casa de uno de los ricos de Babilonia. Bansir se sorprende y le dice que no tiene dinero, que está preocupado por un sueño que no le deja su corazón tranquilo.
Después de contar el sueño, Kobbi le dice que ha sido un sueño maravilloso y que no debería estar preocupado. Sin embargo, Bansir le contesta que era todo lo contrario, porque ese sueño le había dejado varios cuestionamientos, pues al despertar, se dio cuenta que su bolsa seguía vacía, que no era posible que para conocer la felicidad que viene con la riqueza tenía que soñar con ella. Vivo en la gran Babilonia, la ciudad más rica del mundo, continuó, y yo, no puedo compartir esa riqueza. Vienes, y me pides un préstamo, y no tengo nada para compartir contigo. ¿Acaso los dioses les dicen a algunos hombres: ¡Tú tendrás mucho dinero y gozarás de la vida por ello! y a otros les dice: ¡Tú nunca tendrás suficiente dinero y te arrastrarás siempre deseándolo! Todo esto me preocupa, querido amigo.
La historia es increíblemente maravillosa y reflexiva, porque uno se da cuenta que en lo que se ha puesto empeño, ahí se tiene el éxito. Bansir se dedicó a aprender a construir los mejores carruajes, Kobbi estudió profundamente la música para ser el mejor en su campo, pero ninguno se interesó en desarrollar el arte de hacer dinero. Y tampoco fue así con Bansir.
Eso significa que tenemos que aprender las leyes del dinero si queremos vivir en paz. No importa lo que se gane, siempre debes recordar que una parte de lo que ganas es tuya para ahorrar. Debe uno a acostumbrarse a vivir con el 90% de lo que se gana. Y esa parte ahorrada no se toca. Después tienes que aprender a que ese dinero ahorrado produzca más dinero y seguir guardando ese mínimo del 10% mensualmente.
Me reconozco en Bansir. Muchas veces me pregunté el porqué de mi pobreza, hasta que entendí que todo estaba en mis adentros, en la manera en la que había sido educado. Y quiero comentar algo sin más afán que entender por qué era como era. En alguna ocasión, siendo niño, le dije a mi madre que sería maravilloso tener un coche para poder desplazarnos mejor. Para poder viajar con más tranquilidad y comodidad. Mi madre me miró fijamente y me dijo: Nunca ambiciones nada, hijo. Ser ambicioso es malo.
Con esto quiero decir que todos tenemos nuestros fantasmas, y traemos nuestras lecciones de vida. Los padres solamente nos dan lo que ellos son. Lo que ellos creen. Pero no siempre tienen la razón. Ellos nos dan con amor lo que han aprendido. De nosotros depende repetir el patrón o establecer un nuevo paradigma.
Si tomamos en cuenta el epígrafe que acompaña a este artículo, Epicteto nos da una gran lección porque las necesidades son más importantes que los gustos y deseos que desarrollamos, y eso, los deseos y los gustos hacen que se gaste en cosas superfluas. Jonathan Swift lo describió así: Una persona sabia debe tener el dinero en su cabeza, pero jamás en su corazón.