"Se dice que las nuevas generaciones
serán difíciles de gobernar, y así lo espero.”
Anónimo
Es indudable que las generaciones actuales tienen otros paradigmas que no existieron en la nuestra. En nuestros tiempos una gran mayoría, lo he constatado, pertenece a la cultura del esfuerzo. Había que trabajar y estudiar al mismo tiempo porque el dinero no era suficiente en casa. Y en otras familias sólo la madre se encargaba de sacar a sus hijos e hijas adelante. Y si se daba la posibilidad de terminar una carrera, inmediatamente se buscaba un trabajo para ayudar con los gastos de la casa.
Ahora es diferente. Si bien todavía hay jóvenes que tienen que repetir el modelo anterior, cada vez hay más que son sobreprotegidos por sus padres. Y estos modelos actuales por supuesto que traen otro tipo de consecuencias. Otro tipo de resultados.
Las generaciones de esta nueva era digital son protagonistas de nuevos fenómenos sociales como, por ejemplo, ser estrellas de los medios sociales a través de Tik-Tok, youtube, Facebook, Instagram, entre otros medios sociales existentes. Convertirse en “influencers” es algo que ya traen en la sangre. Y, bueno, es obvio, que, si ven que hay otros jóvenes que ya están “monetizando”, pues quieren también ser parte de ese grupo.
El acceso a equipos de filmación, fotografía, edición, creación de blogs, de programas de TV por internet, producción de música, vlogs y otras curiosidades, es increíblemente fácil económicamente hablando. Y, de hecho, casi todo lo puedes lograr con el teléfono celular. Y eso hace que la visión de los jóvenes al entorno que los rodea sea completamente diferente a lo que venimos de otras generaciones.
Insisto que las nuevas tendencias no son malas, pero debemos tener cuidado que su uso no sea exagerado, porque todos los extremos son malos.
He escuchado muchas quejas de padres de familia que manifiestan que los hijos están, literalmente, pegados a su celular dejando a un lado las actividades domésticas que tienen obligación de hacer. Y al no hacerlas se provocan desavenencias familiares.
Se dice en muchos medios que las nuevas generaciones son hijos de Internet, y también se afirma que son los jóvenes más informados de la historia, aunque yo difiero un poco. Es lógico. Toda la información que desees la encuentras en internet. Es más, sostengo que ya no es necesario ir a la escuela, pues toda la información necesaria, para aprender lo que quieras, se encuentra ahí, y, sin embargo, muchos jóvenes solamente se distraen. Usan la información que les divierte, que les hace pasar el tiempo, pero la esencia y la finalidad de un aprendizaje determinado, todavía no les queda claro. Estoy de acuerdo en que los jóvenes de ahora ya no son invisibles o inaudibles como las generaciones anteriores. Ellos se han convertido en nuevos ciudadanos de la nación digital a través de ser protagonistas en los medios que mencioné anteriormente. Y si no lo son, por lo menos comparten con los creadores de contenido cosas y situaciones similares.
También, las nuevas generaciones actuales se relacionan poco, casi nada, con su entorno familiar, y cuando lo hacen es para discutir, poner en tela de juicio lo que los padres les dicen buscando la respuesta en internet para “probar” que sus padres están equivocados, o para lanzar monólogos difíciles de comprender. Cuando están en casa se encierran en su habitación, espacio en el que tienen todo lo necesario para vivir: teléfonos celulares, videoconsolas, Internet, computadora y televisión. Lo curioso, y al mismo tiempo peligroso en ese sentido, es que sus habitaciones se convierten en verdaderos departamentos en renta gratuita donde pueden estar o tener relaciones con su pareja.
Y como podemos comprobar, actualmente, muchos jóvenes, hombres y mujeres, no quieren emanciparse, mucho menos casarse o formar una familia. Prefieren la comodidad de seguir viviendo en casa de los padres sin responsabilizarse al 100% de ellos mismos. Y sobre eso, alguien acuñó una frase hace tiempo que dice: “la mejor manera de tener una relación perfecta con tus padres es no vivir bajo el mismo techo”.
Todo esto que he mencionado es parte de lo que ahora estamos viviendo. Sin embargo, todavía estamos a tiempo de corregir, si es que eso es lo que queremos como sociedad, o dejar que este nuevo modelo se siga desarrollando. Y si queremos modificar algo, tenemos que entender que tiene que haber otros cambios estructurales, porque las nuevas generaciones nacieron con otros paradigmas adyacentes. La “familia” ya no es lo que era. Ahora tenemos “familias”. Es decir, diversas estructuras organizativas; el pensamiento religioso ahora es diverso. Ya no es lo que era; la escuela es un caos. Se da una dualidad conflictiva: ¿se debe “educar” o sólo se debe “instruir”? el concepto de “Estado” es cada vez más confuso, porque de acuerdo a lo que se vive y se percibe en el día a día, pareciera que se preocupa más por la lucha política y los resultados electorales que por el liderazgo social y los beneficios que le deben a la sociedad.
Gadgets: aparatos tecnológicos, muchos de tamaño reducido que cumplen funciones específicas como los teléfonos inteligentes, controles remotos para diferentes usos, los relojes inteligentes, las tabletas, auriculares diversos, etc.