" Tal vez algunos se pregunten porqué
la Tierra nos maltrata tanto,
pero lo cierto es que somos nosotros
los que la provocamos contaminando”.
Anónimo
Hay dos razones, entre muchas otras para escribir esta segunda parte de las catástrofes que siempre han existido en nuestro planeta. Una de ellas, la más obvia, es aquella de la equivocación de llamarles “desastres naturales” a los eventos que acontecen en la vida de los seres humanos y que traen como consecuencia pérdidas humanas y destrucción de comunidades.
Irasema Alcántara Ayala, investigadora del Instituto de Geografía de la UNAM, asegura que “los desastres no son naturales, son eventos construidos socialmente cuyos graves estragos a nivel humano no dependen de la naturaleza sino de una inadecuada urbanización, falta de planeación, condiciones inseguras, insalubridad, desigualdad y pobreza… Amenazas como los sismos, tsunamis y erupciones volcánicas, que tienen un origen natural, se convierten en desastres porque existen sociedades vulnerables expuestas a ellos… Otro tipo de desastres, como las inundaciones, sequías y deslizamientos de tierra son socionaturales, pues en ellos la actividad humana inadecuada tiene mucho que ver en su ocurrencia, afirma.”
Esto, por supuesto, nos lleva a otros temas. Por ejemplo, las políticas públicas inadecuadas que han provocado que estos acontecimientos naturales provoquen desastres en las comunidades. De hecho, la especialista recomienda que no haya un “divorcio” entre las ciencias y las políticas públicas. Insiste en que se debe impulsar la transdisciplina y la producción de conocimiento para tener la capacidad de transferirse a la política y a la práctica.
Reconozco que nunca me había puesto a analizar con detenimiento la relación de la actividad del ser humano como principal causante de estos desastres. Sé que la actividad humana es la causante de muchos desastres llamados naturales. Ahí tenemos el efecto invernadero, el cambio climático. Así que es hora de ser más conscientes de nuestro actuar, porque nuestra actitud de depredadores de nuestro entorno, si no ponemos fin, acabará con todos nosotros. Y al final, creo que la tierra seguirá su rumbo, y los que se extinguirán seremos los seres humanos.
Han sido todos los inconvenientes los que han hecho que las comunidades se “desarrollen”. Decía Nicolás Chamfort con ironía que “los azotes físicos y las calamidades de la naturaleza humana hicieron necesaria la sociedad. La sociedad se agregó a los desastres de la naturaleza. Los inconvenientes de la sociedad hicieron necesario al Gobierno, y el Gobierno se agregó a los desastres de la sociedad. Esta es la historia de la naturaleza humana.” Y ahora que lo pienso, es verdad.
Somos los causantes de todo lo bueno y de todo lo malo. Y pareciera que hay más malo que bueno. Y es justo en esa parte que ya no debemos continuar. Tenemos que encontrar un justo equilibrio para todo lo que hagamos. No debemos seguir conduciéndonos de tal manera que los efectos negativos sigan siendo los que sobresalen en nuestra sociedad.
Y eso se da en todas las áreas del actuar humano. Vimos videos, escuchamos audios, leímos noticias en los que se hablaba del mal manejo de los víveres que llevaban para Acapulco. Se hablaba de detenciones de civiles, por parte de militares y Guardia Nacional, a quienes, además de quitarles los víveres que llevaban, también los golpeaban y les quitaban su dinero. Sé que ahora estamos ante un nuevo poder que son las redes sociales, entiendo que la libertad de expresión está en su punto más alto, y es algo en lo que ya no podemos dar marcha atrás. Pero es importante que haya un equilibrio. No se vale engañar a la gente ni convertir la tragedia en botín de algunos cuantos interesados en crear un caos.
Es una verdadera canallada, no sólo encandilar a la gente para que no apoye, sino estar compartiendo videos y material de “todos estos males” sin verificar su autenticidad. Afortunadamente hubo varias personas de bien que publicaron videos diciendo que sí era posible viajar a Acapulco. Y que lo único que no se podía hacer era que quienes llevaban víveres los entregaran personalmente porque la rapiña estaba en su punto más alto.
Y este es otro tema muy importante: la rapiña. Es entendible que después de la tragedia, la gente buscara productos de primera necesidad, alimentos, agua, comida enlatada. Pero haber robado -porque esa es la palabra- mercancías que no eran de primera necesidad, habla de la calidad de esas personas. Por eso, lo mencioné en el artículo anterior, se deben crear políticas públicas para evitar este tipo de actos cuando se den tragedias como estás.
Los seres humanos somos los causantes de todo. Lo bueno y lo malo que suceda a nuestro alrededor es el efecto que traerá nuestro actuar. Sigo pensando que los buenos somos más. Sigamos aportando para que nuestra sociedad y sus reglas sean cada vez más adecuadas y ajustadas a nuestros tiempos. Sigamos el camino hacia una cultura de paz.