Alguien que quiero mucho en este momento de mi vida se ha mudado a vivir al centro de Cuernavaca, por lo que he tenido que caminar por sus calles. A pesar de que nací aquí, jamás había caminado tanto por el centro y créanme lo que he descubierto me ha maravillado. !Nuestro centro está lleno de vida!
Calle Comonfort.
No nada más hablo del zócalo, hablo de todo el primer cuadro de nuestra ciudad, donde podemos encontrar de todo, desde helados hasta bares de lo más cool, pasando claro por restaurantes para todo presupuesto. Pero lo que más me ha encantado es la variedad de personalidades que te puedes topar, Cuernavaca es una ciudad muy cosmos, ¡lo juro! En las cafeterías (que abundan) te encuentras gente hippie, intelectuales, escritores, fotógrafos, jóvenes universitarios, extranjeros, hasta gitanas que te leen tu suerte por unas monedas… una diversidad de personalidades con las que puedes conversar sin prisas. Yo ya tengo mis cafecitos preferidos. Cuando llego y pido mi bebida y me siento a disfrutar de mi café, ahora sí que me siento parte de mi ciudad, y ya no parte de los centros comerciales donde siempre ves lo mismo. Por cierto hay cafeterías donde puedes entrar con tus mascotas siempre y cuando sean bien portadas.
Por las noches el centro luce increíble iluminado y lleno de gente caminando hacia algún restaurante francés o italiano o bien a algún bar donde puedan disfrutar de un rico mezcal en un ambiente totalmente bohemio.
Calle Juan Ruiz Alarcón.
Los fines de semana son geniales en el centro de Cuernavaca. Desde temprano puedes encontrar por ejemplo venta de libros antiguos hasta best seller y ya entrada la tarde puedes ver grupos de amigos afuera de los bares ya en la gran tertulia que dura hasta el amanecer. Los antros o bares que se encuentran en las zonas exclusivas de nuestra ciudad son muy padres y te la pasas muy bien, pero… lo que me encanta de los del centro es que no se reservan el derecho de admisión y es lo que te da oportunidad de conocer gente totalmente distinta entre sí en un mismo lugar es lo que los convierte en bares universales.
Se podrán decir mil cosas de Morelos pero a mí me encanta mi ciudad y seguiré viviendo aquí hasta el último día de mi vida… si deciden darse una vuelta por el centro no olviden tomarse una selfie comiendo un elote o unos esquites por favor ;) y compartan!
Hasta la próxima.