“Nunca imaginó que ella le ayudaría a encontrar un sentido a su vida”.
Javier nunca pensó que terminaría durmiendo en la calle y robando. Cuando era un niño tenía otros sueños; continuar con la tradición familiar, sembrar elote y calabaza y poder bardedar el terreno del abuelo para que los pillos no llegaran a su propiedad. Pero las circunstancias lo llevaron a vivir en la calle y meterse en drogas.
Una vez que su padre murió trágicamente y no teniendo ya un freno empezó a “trabajar con los malos” y ahí empezó su vida en la calle y las drogas. Más tarde tuvo que salir de su pueblo por problemas con la mafia y tuvo que empezar a robar para comer pero principalmente para comprar droga. Me dice que no le importaba matar (nunca los hizo) pero si lo tenía que hacer con tal de conseguir el dinero para drogarse, lo haría. Una noche al robar una casa habitación no tuvo tanta suerte, lo detuvieron y estuvo encarcelado. Y ahí, en la cárcel, vivió años dice… años terribles. Aprendió a sobrevivir en un penal. Una vez afuera, volvió a robar hasta que un día un amigo le pido ayuda para sacar sus cosas de donde vivía un “cuartito”. El amigo tenía una cachorrita cruza de pitbull toda flaquita y fea, este la fue aventar a un río cercano que porque, “pues ya se iba a morir”, dijo su amigo, (gente sin sentimientos), según me lo platica Javier. Él corre y la toma y le dice “si ya no la quieres, regalamela”. La lleva a un veterinario. Llegando al consultorio el médico le dice “y tienes dinero” Javier le contesta “pues no, yo soy de la calle y pensé que usted por lo que estudio la podría ayudar, yo lo quiero hacer pero no tengo billetes” la toma y justo cuando se iba a retirar, sus palabras hicieron cambiar de opinión al veterinario, y la perrita se queda internada. Desde el momento en que la dieron de alta y Javier fue por ella se volvió su “ángel”.
Ya haciendo su vida con la “Negrita” así la llamo; mucha gente se le acercó a él por ella. Porque curiosamente la perrita tiene mucho carisma, no estoy loca, ¡lo tiene! Recuerdo que una vez lo vi buscando entre la basura comida con la cachorrita, y pensé pobre animal la vida que le espera con “ese”. Claro que mi predicción no fue certera, porque la Negrita tiene alimento y lo más importante cariño y respeto con Javier.
Entre toda la gente que conoció por la Negrita dos señoras le empezaron a ayudar con dinero, con alimento para la perrita. Le compraban dulces para saliera a venderlos al centro. Y fue ahí donde yo lo conocí, y empece a hablar con él para conocerlo. Vi que realmente amaba a la Negrita; entonces lo empiezo a apoyar económicamente. Descubrí en él un hombre qu realmente siente amor y respeto por los animales. El ve a un perrito solo o lastimado y lo ayuda, no lo deja a su suerte; ¡él fue quien rescato a mi BB! ahora mi mejor compañía <3
No hace lo que muchos hacemos pasar verlo y al mismo tiempo ignorarlo; NO él tiene el valor de llevárselo y ayudarlo aun que no tiene los recursos para hacerlo, pero esto no lo detiene. Me da gusto contarles que hemos ayudado ya a varios perritos dándolos en adopción o esterilizándolos.
¿A donde quiero llegar con este relato? A que no debemos juzgar a nadie por su apariencia o porque viva en la calle. Nadie sabe qué fue lo que lo llevo a tomar esas decisiones de vida, no todos tenemos la misma suerte y que a pesar de su condición de indigente hace lo que muchos no hacemos… AYUDAR
Hoy Javier ya no vive en la calle, ya tiene un trabajo y novia… Todos valemos por nuestros sentimientos, no por donde vivimos o como vivimos.
Así fue como la Negrita vino a cambiar la vida de Javier. ¿Alguien duda acerca de que los perros son ángeles con cola?
Hoy puedo decir con orgullo que tengo un amigo animalista y rescatista.
Hasta la próxima.
#angelesconcola #yonojuzgo #haciendoconciencia