Cuando me vaya de este mundo quiero que me recuerden mucha tradición".
Se aproxima la celebración de día de muertos y con ello los olores y colores que adornarán nuestras ofrendas. Me fascina que esta tradición no nos abandone y que los padres inculquen a sus hijos esta fiesta que es el día de muertos en Mexico.
Y es que no creo que haya un hogar en donde no pongan un altar o algo que conmemore a sus muertos.
Imagen que esta tradición mexicana viene desde años pero años atrás, es la visión indígena que implica el retorno transitorio de las ánimas de los difuntos, quienes regresan a casa, al mundo de los vivos, para convivir con los familiares y para nutrirse de la esencia del alimento que se les ofrece en los altares puestos en su honor.
¿Sabían que esta celebración fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés)? ¡wow!
Visitar el panteón en esta fechas es una tradición más en nuestro Mexico, con la intención de dejar la tumba de nuestros muertos bien bonita con flores. Incluso, hay gente que lleva música y comida para acompañar en presencia a sus familiares ya fallecidos.
La ofrenda que ponemos en casa también se prepara para la llegada de estas almas. Estas deben llevar los siguientes elementos místicos: imágenes de santos, veladoras, flor de cempasúchil, incienso, copal y, sobre todo, fotografías y comida preferida de la persona a quien se dedica el altar. Y de preferencia se debe colocar hacia donde se oculta el sol, pues las creencias cuentan que es hacia este punto a donde van las almas al momento de dejar el cuerpo.
En casa ponemos un altar de dos niveles, que representan el cielo y la tierra; pero hay quienes lo ponen a tres niveles y añaden a esta visión el concepto del purgatorio. A su vez, en un altar de siete niveles se simbolizan los pasos necesarios para llegar al cielo y así poder descansar en paz.
Es parte de la tradición colocar un puño de sal, que cuenta como un elemento de purificación y sirve para que el cuerpo no se corrompa, en su viaje de ida y vuelta para el siguiente año. Las veladoras que son "la luz", la fe, la esperanza. Es guía, con su flama titilante para que las ánimas puedan llegar a sus antiguos lugares y alumbrar el regreso a su morada.
Una cruz grande de ceniza sirve para que al llegar el ánima hasta el altar pueda expiar sus culpas pendientes. Ropa limpia para recibir a las ánimas.
Otro elemento importante es el agua como fuente de la vida. Se ofrece a las ánimas para que mitiguen su sed después de su largo recorrido y para que fortalezcan su regreso. En algunas culturas simboliza la pureza del alma.
Hay quienes ponen un camino con pétalos de cempasuchil que les indique el camino a casa y también usan el copal o el incienso para alejar a los malos espíritus, además de purificar el ambiente, por lo que querrás que a tu altar no le falte este elemento.
El altar suele retirarse el 3 de noviembre, luego de la última visita de los difuntos.
Hasta la próxima y cuídense mucho.
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