Mientras, hay infinidad de causas perdidas que esperan a que alguien les preste atención: desde los inútiles esfuerzos por mejorar el transporte público, o por tratar de revertir la privatización de la educación en todos sus niveles, empezando por la universitaria, que cada vez tiene menos recursos oficiales mientras se convierte en mejor negocio.
Y no se diga del combate a la delincuencia, que vive un nuevo capítulo con la presencia cada vez más activa de los ciudadanos comunes y corrientes, que a mano limpia hacen frente a los maleantes, a pesar del riesgo que eso implica, incluso perder la vida. Una reacción desesperada ante la pasividad del secretario de seguridad pública y sus homólogos municipales.
Las causas buenas sobran, pero no hay quien les dé un empujoncito, a menos que sirvan para llenar de piedritas el camino de uno u potro partido con vistas a la gubernatura.
Y luego hay quien se queja de que allá afuera de los límites de nuestro territorio difaman a Morelos.
1 comentario
y lo peor del caso es que muchos habitantes de Morelos ni siquiera saben que tan alarmante es la situacion en la que nos encontramos.. en verdad que hace falta ese alguien de quien hablas de el "empujoncito"
Hey
coincido en que muchos de los funcionarios y otros involucrados estan mucho… Compartelo!