De repente, salido de la nada,apareció un perro bravucón que sin decir agua va se le fue encima a Pingo con garras y colmillos. Le dio una buena tunda, porque el animal es más grande y medio cruzado con perro de pelea, mientras que Pingo es perro de paz y diálogo.
Al final se lo tuvieron que quitar. Con mucho trabajo los separaron, momento que aprovechó el astuto perro que ocupa amplio espacio en esta columna para refugiarse detrás de las paredes de su castillo, como él llama a la casa de ustedes, porque por muy listo que sea es también muy territorial.
Pero desde ese momento está lleno de tristeza. Y es que dice que todo es consecuencia del clima de violencia propiciado por la falta de acción de las autoridades. Dice el Pingo que quien quiere hacer algo malo lo puede hacer sin temor a ser castigado, por lo que fue muy fácil que su agresor le diera de mordidas sin miedo a que llegara el de la perrera para ponerlo en su lugar.
La impunidad, dice, sólo genera delitos.
1 comentario
Hey
Me parece pobre la analogía, además de que refuerza ideas negativas en… Compartelo!