Dentro de lo común de las cosas extrañas que pueden ocurrir durante los sueños podemos encontrar: correr a toda velocidad sin avanzar mucho trecho, no poder marcar correctamente números telefónicos, caer en un abismo y despertarnos súbitamente, dormirnos sobre un brazo y soñar que lo hemos perdido en un accidente, etc. Aun así no dejan de pertenecer a una categoría general que todos compartimos.
Personalmente lo más extraño que me ha sucedido durante los sueños son las alucinaciones sensoriales, como algunos las llaman. Antes de experimentar algo como esto a lo más que había llegado era a transformarme en diversos objetos o criaturas. Los sueños me han permitido ser casi todo. Un lobo que avanza en medio de la espesura del bosque a través de la nieve olfateando el olor de un ciervo viejo y enfermo. Una ventana que observa con sus ojos cristales el pasar del tiempo, ver envejecer el paisaje exterior de mi casa; ciento cincuenta años en un segundo. En fin, una gran variedad de extrañas situaciones que han quedado registradas en mi diario de sueños. Sin embargo, para mí la sinestesia onírica ha sido una experiencia reciente.
La sinestesia es una variación no patológica de la percepción humana. Es activar vías sensoriales de manera muy personal a estímulos específicos. Todos los hacemos, por ejemplo, recordar con alguna canción de infancia el sabor a helado de vainilla. Son estímulos que estuvieron presentes al mismo tiempo en un momento importante y al transcurrir de los años las mantenemos unidos. Entonces esa canción particular nos sabrá a vainilla. Es normal que hagamos este tipo de conexiones semánticas. Pero la sinestesia también se puede presentar como una experiencia más radical, como escuchar un color sin tener un recuerdo asociado. Me refiero a una conexión totalmente fuera de lo común. Son casos que no se presentan de manera natural pero sí bajo los influjos de psicotrópicos o por alteraciones neuronales ocasionadas por algún déficit químico.
Algo esta sucediendo en mi subconsciente o en mi cabeza que hace que sueñe cosas de este tipo, sensaciones que antes de darme miedo me maravillan. Tal vez me estén hablando de alguna descompensación neuronal o de estímulos que antes no habían tenido tanto impacto. Sólo puedo describirlo como si en mis seños llevara a otro nivel de comprensión de algún poema. Los poemas se quedan cortos si los comparamos con lo que nuestras mentes logran hacer durante la fase REM.
Este tipo de eventos me ha ocurrido pocas veces, pero ojalá ocurran a menudo. Les comparto unos fragmentos de mi diario:
He sido un sonido, he viajado por el aire en estado consciente de mi cuerpo de onda de vibración. He conocido la naturaleza oculta de la armonía de las notas que cuentan mi vida. Como si la imaginación sonora pudiera volar como si la creatividad se suspendiera como ave. Es una certeza de conocimiento total que difícilmente podría entender el mejor musico en estado normal.
He sido el mar con sabor a grosellas negras suspirando noche cuando hay marea alta. O el pensamiento de un cardumen un código de movimientos y reflejos del sol sobre escamas.
¿Cuál ha sido la sensación más extraña que han sentido o en la cual se han transformado durante un sueño?
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