El actual es un año crucial, decisivo en lo que se refiere a establecer estrategias de consolidación de posiciones. Por eso las dos fuerzas andan incansables, buscando minar al enemigo y esto los va a llevar a acciones de extremo.

La información que tenemos indica que esta semana que viene se comenzará a presenciar una serie de movimientos que pueden ser incluso motivo de escándalo como en los tiempos de Jorge Carrillo Olea y Sergio Estrada Cajigal.

Por lo menos los priistas tienen contemplado llevar a nivel de Congreso local la demanda de juicio político en contra del gobernador Marco Adame Castillo.

Se ve que el PRI ha estado preparando cuidadosamente el expediente, especialmente en lo que tiene que ver con el sustento de los señalamientos entre los cuales necesariamente aparecerá el tema del ex secretario de Seguridad Pública, Luis Ángel Cabeza de Vaca.

Son, según estimaciones, más de 120 páginas en el documento a ser valorado por los legisladores antes de ser llevado a tribuna, donde las discusiones tendrán ya otra connotación.

En lo que tiene que ver con el respaldo de los representantes populares, los promotores de esta denuncia hablan de 23 de los 30 que conforman la legislatura local.

Si esto es así, estamos hablando de los priistas en total, de los del Partido Verde, incluso del PRD, como Fidel Demédicis u Hortencia Figueroa, y de Nueva Alianza.

Más bien nos preguntaríamos si fuera del PAN algún diputado estará en contra del juicio político, porque son la absoluta mayoría y eso que en los 23 mencionados no se contempla al ‘’priista’’ Jorge Arizmendi García, por los antecedentes de presunta relación subrepticia con el gobierno estatal.

En la administración pública estatal, en aras de ir seleccionado un equipo de cuadros muy identificados con el partido en el poder y con el mismo gobierno, casi en todos los espacios públicos de importancia, se han echado enemigos que sumados pueden ser parte de aquellos que tratarán de minar la fortaleza panista con propósitos electorales.

Consideramos que será una lucha sin cuartel. Cada parte va a echar mano de todo lo que tenga al alcance para obtener los resultados deseados. Los tricolores por lo menos traen mucha unidad después de haber logrado una reestructuración del CDE que eliminó a personajes proclives a la negociación y la complicidad con los intereses gubernamentales.

Con SEC, fue el gobierno federal a través de la Suprema Corte de Justicia de la Nación el que evitó la consumación del juicio político al que llegaron a sumarse algunos panistas que no compartían el modelo de gobierno desarrollado por Estrada, o más que eso, porque no estaban incluidos en la administración pública.

En cuanto a Carrillo Olea, fue el mismo presidente de la república en turno, Ernesto Zedillo, quien lo sacrificó por enemistades surgidas entre éste y su antecesor Carlos Salinas. El mandatario morelense era gente del chaparrito pelón.

Marco Adame y sobre todo algunos de sus colaboradores o figuras del panismo local comenzaron a buscar desacreditar la administración municipal de Manuel Martínez Garrigós durante todo el 2010, a sabiendas de que las corrientes y grupos de su partido andaban agarrados del chongo, tanto a nivel de fracción local como de la dirigencia de ese instituto.

No obstante, algunos dirigentes que forman parte hoy del CDE se guardaron las ofensas, las documentaron y ahora que la mayoría está en una misma dinámica, tratarán de cobrar con muchos intereses los golpes dados a su alcalde.

Claro, es un proceso largo, requiere de cuidado en su manejo, de amarres muy sólidos con los aliados y hasta de dinero para poder garantizar el respaldo de actores no necesariamente priistas, pero que también buscarán en esta batalla llevar agua a su molino porque aspiran a nuevas posiciones en la elección cercana.

Pero insistimos, esta semana parece que será puesta en manos de los diputados locales la demanda formal a fin de que se hagan las revisiones correspondientes y se intente iniciar un procedimiento que de ser justificado, llevará a la entidad a una situación de inestabilidad política, similar a aquellos tiempos de Carrillo y Estrada.