El instrumento no podía ser más ideal para ser usado a conveniencia políticamente. De ahí que llamara la atención el que se decidiera sacar de la jugada a Oswaldo en un momento en el que ese tipo de trabajo a futuro cobra relevancia y fuerza.

Pero, ¿quién es Omar Delase Cañas? Por lo menos, hasta este momento, un perfecto desconocido que tendrá que comenzar desde abajo a armar el trabajo y ese solo hecho lo llevará a desaprovechar buena parte de los beneficios que los fondos de la Sedesol pueden generar cuando se sabe perfectamente cómo aplicarlos.

Se afirma que es gente del coordinador de delegados en el estado y también algo cercano al delegado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Fidel Giménez Valdez. El asunto es que tomó las riendas de la dependencia y hacia afuera se aprecia como un golpe a los proyectos de Rivera Pérez.

Hace cuestión de tres o cuatro meses se llegó a rumorar mucho la salida de Castañeda Barrera. En el centro del país había otras figuras panistas que presionaban por el nombramiento de un funcionario a partir de la influencia de Josefina Vásquez Mota, una de las aspirantes a la presidencia de la república.

Sin embargo, no tenemos indicios de que se hubiera dado por este lado el cambio, más bien fue una decisión central de la Sedesol, pero esto políticamente tiene sus repercusiones.

Oswaldo tenía ya sembradas, con base en su cargo, una serie de redes sociales y cuadros populares en crecimiento, que se preparaban para actuar de manera decidida en caso de que Adrián lograra el objetivo, buscar sustituir en el mando al gobernador Marco Adame Castillo.

Igual y el muchacho continúa trabajando en ese sentido, pero ya no es lo mismo. La gente atiende a intereses; cuando se está en condiciones de darle apoyos, ya sea en obras o especie, se acrecienta el clientelismo, pero cuando no se da nada, tampoco se recibe nada.

El asunto es que presumiblemente derivado de negociaciones de políticos locales con la cúpula del Gobierno estatal y federal, se estarían haciendo otros dos cambios por lo menos en delegaciones federales una vez superada la Semana Santa.

No tenemos muy claro cuál es el compromiso contraído por Adame o la federación, pero se da por hecho que esto ocurrirá en unos días más y si se cumple, podemos adelantar que las negociaciones en función de la elección presidencial del 2012 se aceleran.

Más aún, sería una muestra de que la administración local va cediendo terreno y espacios a manos de la oposición en un intento por mantener las cosas en calma y evitar enfrentar dificultades mayores.

A ello le sumaríamos el cese del secretario de Seguridad Pública estatal, Gastón Menchaca Arias, que igualmente fue producto y consecuencia de las presiones sociales a partir del asesinato de los siete jóvenes hace unas semanas, entre ellos el hijo del escritor y poeta Javier Sicilia.

Bueno, entre los actores de enfrente se sostiene que la salida del ex titular de Educación estatal, José Luis Rodríguez Martínez, también formó parte de ese paquete negociado y del tributo que se debió entregar a quienes reclamaban compromisos añejos no cumplidos al Gobierno del estado.

El caso es que hay una serie de movimientos estructurales en los mandos estatales y de las delegaciones federales, cuyo origen no es explicable públicamente porque se trata de convenios no escritos efectuados a partir de acuerdos o pactos de civilidad a fin de llevar la fiesta en paz.

Por todo eso, tampoco debe extrañar que tanto el Gobierno del estado como el PAN dejó en paz al presidente municipal priista de Cuernavaca, Manuel Martínez Garrigós, luego de tanta campaña negativa en su contra.