El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ante una inconformidad interpuesta por Juan Salgado Brito, quien se consideró agraviado en sus aspiraciones por esta candidatura debido a que unilateralmente el CDE perredista decidió darle el espacio al diputado local Fidel Demédicis Hidalgo, ordenó la reposición del proceso mediante esa encuesta.

La misma se desarrolló los días jueves, viernes y sábado de este pasado fin de semana y además la disposición del TEPJF fue en el sentido de que sus resultados se hicieran públicos 24 horas después, es decir el domingo que acaba de pasar, sin embargo no ha sucedido nada.

Este es un atrevimiento bastante peligroso, es decir ese partido continúa intentando desobedecer las reglas elementales de los derechos políticos de sus afiliados, y simplemente no es razonable.

Por lo pronto, el agredido Juan Salgado ya interpuso un incidente de inejecución de los resultados obtenidos ante el Tribunal Federal, que afirma, le son favorables y va con todo, porque simplemente la pandilla que se adueñó de la dirigencia partidista en Morelos no está dispuesta a sujetarse a derecho.

Lo anterior los podría llevar a escenarios bastante difíciles, ya estamos a menos de un mes de que termine el tiempo para el trabajo electoral de los candidatos y el PRD no cuenta legalmente con fórmula al Senado. ¿Es que acaso prefiere irse de vacío a ceder la candidatura a JSB?

No recordamos alguna elección anterior en la que ocurriera algo similar por cuestiones de antidemocracia interna de un partido político, es decir se sientan precedentes al respecto y eso no habla bien de un instituto político, cuyo candidato presidencial presume y reitera su respeto a la legalidad y la democracia.

Durante el proceso de elección de candidaturas en el PRD se dieron algunos acuerdos y el aspirante a la gubernatura negoció posiciones con el propósito de sumar corrientes a su causa y, entre otros, cedió unilateralmente la candidatura al senado a Demédicis Hidalgo, pero Salgado Brito reclamó presuntos resultados de encuestas maquilladas que no le favorecían.

Recurrió al TEPJF y éste le dio la razón, ordenando ir por una nueva encuesta que definiera posiciones. Curiosamente y a pesar de que el propio Fidel admite que ya se cuenta con el resultado, se mantiene a discreción y ello sólo muestra que no quieren aceptar las condiciones y ordenamientos de esa institución electoral.

Y mire que el PRD continúa sin superar el problema en el que lo metió una consejera, que está pidiendo la anulación de elección de delegados por anomalías y alteraciones graves en las votaciones.

En este asunto se menciona que de prosperar el fallo del TEPJF se declararían ilegítimas casi todas las candidaturas, incluyendo la de Gobernador, es decir traen un cochinero dentro y no se ve ninguna voluntad para aclararlo.

Lo anterior sólo nos muestra el grado de enfrentamiento entre grupos y corrientes perredistas, porque buena parte de las estructuras y sobre todo de viejos militantes que incluso participaron en la fundación de dicho instituto político en 1991, se dicen desplazados por una camarilla que monopolizó posiciones, en un proceso de elección bastante crítico, muestra de ello es que la máxima autoridad electoral les viene dando palo.

Pero lo de Juan Salgado no tiene nombre, porque hay resistencia a acatar los resultados de esa encuesta, sólo porque no empata con los intereses de quienes están usando al CDE de manera facciosa.

Lo que sabemos es que la dirigencia pide llegar a una negociación, cuando hay aspectos que no pueden ser negociables, en la democracia se gana o se pierde, no debe haber margen para componendas.

No conocemos muy de cerca el comportamiento de la dirigencia nacional, pero en lo que se refiere a Morelos, lo que menos se observa es una apertura como la que se pregona, por el contrario, hay una serie de actitudes autoritarias que muestran un alejamiento partidista de la doctrina que promueven hacia la sociedad.

Esa institución nació con la firme intención de concederle oportunidades electorales a un sector social que se decía marginado, muchos personajes identificados con la lucha popular lograron contender por posiciones electorales de diversa índole, desde una simple regiduría hasta una presidencia municipal, legislatura local, federal o senaduría, en el caso de Morelos.

Conocemos a muchos que pudieron llegar a cargos importantes tras ser simples ciudadanos, porque el PRD le daba oportunidad a todos, sólo había que demostrar trabajo electoral y de partido, liderazgo y compromiso, pero esta mística se fue reduciendo hasta llegar a actitudes contrarias a los más elementos derechos políticos de quienes militan en tal instituto.

No desconocemos que en otras instituciones la lucha por candidaturas llevó a rupturas y enfrentamiento de corrientes con intereses encontrados, pero a pesar de ello, nunca tuvieron que recurrir a tribunales federales en la materia y en buena parte de los conflictos se optó por arreglar las cosas en casa.

No así en el PRD donde hay dos procedimientos ya incluso con sentencia que debieran cumplirse cabalmente y que todo indica, hay la intención de no hacerlo contrariando tales ordenamientos.