Hace varios años ya que tuve a bien ser recibida en la biblioteca de don Pepe Iturriaga, reconocido historiador y quién hoy en día tiene en su haber alrededor de 75 libros publicados, entre los que destacan los dedicados a los antojitos mexicanos y a los viajeros extranjeros en México.

Ese día, con el pretexto de entrevistarlo para este espacio y con motivo de la publicación de su libro "Confieso que he comido de fondas, zaguanes y banquetas", le pregunté: don Pepe ¿y cómo se escribe un libro? y yo, ingenua, esperaba tal vez la receta mágica de cómo se crea una obra literaria o alguna recomendación... y mi entrevistado con sonrisa en el rostro solamente me respondió: "por casualidad"... a lo que no supe que pensar o responder...

Y fue tal vez por casualidad o porque escrito estaba ya que sucedería, que en agosto del 2011 en una conferencia del ciclo "Recuperando nuestro patrimonio cultural" del Dr. Juan Antonio Siller Camacho -del Centro INAH Morelos- después de escuchar sobre la historia del arroz y ver el trabajo de tesis de un joven arquitecto de la UNAM sobre el molino de arroz San José en Jojutla, decidí hacer un libro recetario y dedicarlo a un ingrediente que desde entonces conquistó mi corazón por su blancura y pureza, que semeja un lienzo en blanco tan seductor para cualquier artista de la cocina.

Desde entonces y hasta hoy me he dado a la tarea de promover y hacer brillar el arroz del estado de Morelos a través de concursos de cocina, de conferencias, talleres y diversas actividades culturales que en 2016 rindieron frutos con la creación del Festival Gastronómico del Arroz del Estado de Morelos, del cual soy directora.

Cómo parte de mi labor de investigación, me dedique a ir a Jojutla cada semana o cada quince días, durante el ciclo del cultivo en 2012. Llegaba temprano por la mañana y buscaba las parcelas de arroz para fotografiarlas.

Sin saberlo, escribía datos y nombres, entrevistaba a las personas que me encontraba en las parcelas y al final del ciclo del cultivo el pequeño cuaderno se había convertido en un diario de viaje. Un texto que más tarde se transformaría en mi primer libro "Karlitos y las espigas de Arroz".

Como parte de la investigación, pasaba largas horas buscando recetas y preguntando a quien quisiera ayudar con información sobre recetas con arroz.

Y de pronto pasaron diez años dedicados a este cereal tan noble y que alimenta al mundo entero. Se dice tan fácil, pero no lo es, ha sido un tortuoso camino que se ha recorrido, a veces en soledad y muchas más veces en compañía, hasta que finalmente llegó un día en que un sueño se hizo realidad y finalmente tuve en mis manos aquel libro tan deseado al que nombramos Corazón de Arroz, nombre inspirado en las artesanías que tejen los pajaritos que cuidan el cultivo del arroz previo a la cosecha.

En sus páginas, Corazón de Arroz comparte con el mundo, la historia del arroz que llegó a Morelos y germinó con cualidades diferentes, siendo merecedor de diversos premios internacionales y el reconocimiento de las amas de casa por ser un grano muy rendidor. El nombre del Arroz del Estado de Morelos empezó a aparecer en recetarios y llegó una época de gran esplendor cuando en Morelos existieron más de 20 molinos de arroz, de los cuales hoy en día solo cuatro luchan por su permanencia en estos tiempos de gran dificultad y crecimiento sin medida de la mancha urbana, que está tomando las mejores tierras de cultivo.

Corazón de Arroz le narra al lector el proceso del cultivo en los campos de Morelos y el proceso de beneficio dentro de los molinos de arroz, hasta que finalmente el grano está listo para su comercialización.

En sus últimas páginas un breve recetario es una pequeña muestra de la grandeza de la cocina del arroz en México y las nuevas tendencias de los emprendedores locales.

Ayer 4 de mayo del 2022 por fin se ha podido presentar nuestro libro en la Sala Manuel M. Ponce del Jardín Borda, con la presencia del Dr. José N. Iturriaga, la bióloga Leticia Tavitas del INIFAP y mi querido amigo el Dr. Alberto Peralta de Legarreta, que con sus letras nos regaló el prólogo del libro y le dedicó un capítulo al arroz en los recetarios antiguos.  Seguramente si el tiempo lo hubiese permitido, hubieras estado ahí en primera fila, querido abuelo Jorge, y estarías tan orgulloso de ver por fin terminado el bosquejo del libro que alguna vez te mostré en la casa Bermeja.

Gracias infinitas a todos los que han hecho posible este libro y gracias infinitas también porque el mismo día nos regalaron el documental del Arroz del Estado de Morelos Denominación de Origen, que el Instituto Morelense de Radio y Televisión grabó durante el ciclo de cultivo 2021 y la tercera edición de nuestro Festival. Ayer, mientras presentábamos el libro, muchas personas, tal vez miles, han podido ya ver por televisión la historia de nuestro arroz.

¡Gracias infinitas a todos, por tanto!