Verlo así, dormido en posición fetal sobre la sábana blanca, con su cara de niño travieso...
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El vecino de enfrente me despierta gritando a pecho abierto. A diario lo escuchó salir apr...
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Desde hace semanas está ausente. Su rostro es luna lejana que esconde universos inaccesibl...
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Vinicio Uribe llega a casa después de diez horas de trabajo. Se ducha con el firme propósi...
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I Parece obvio, pero primero debes asegurarte de tener quien te lo rompa, aunque a veces s...
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Amargo No hay más que decir, Roberta. Las palabras entre tú y yo son un destilado acerbo y...
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LABERINTO Ella misma no estaba al tanto de su condición de laberinto. Muchos incautos se e...
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No hay historias en mis manos, por más que las fustigo en el teclado. Dudo que de ellas pu...
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Al bajar del autobús doy unos pasos y me quedo quieto. Como una foto imperturbable están a...
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Uno de los dos debe quedarse con Nina. Si el amor no da para más entre un par de inmaduros...
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¡Cuánto tardaste en regresar, Florencio! ¡Cuánto! Hace dieciocho años te fuiste con dos o...
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Entre Barbas y una mujer en fuga Sales a la calle porque te sientes solo. Laura se fue hac...
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I Es diciembre. El lucero del alba luce pleno y aún falta buen rato para que una línea de...
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A Juan José Arreola, dieciocho años después de volverse un fantasma El secreto está en su...
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La calle Netzahualcóyotl tiene su encanto, claro. Sus casonas pintadas con esos colores in...
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Desde que te fuiste, una parte del mundo quedó muda. Muchas voces hablaban a través de ti...
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“- Adiós, dijo el zorro. He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: Sólo con el cora...
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SEÑALES Al Gabo El señor García Márquez tuvo un desvanecimiento después del desayuno. Su p...
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La muerte no está extinguiendo la luz; solo está apagando la lámpara porque ha llegado el...
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“Y morirme contigo si te matas y matarme contigo si te mueres, porque el amor cuando no mu...
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Arturo Núñez Alday
Es verdad que en mi hogar mis muertos no fallecen, duermen, cada uno en su retrato, cada cual en su mirada.
