Daniel Alcaraz Gómez
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Daniel Alcaraz Gómez Desde el exterior, el arranque de la actual administración parece normal, las nuevas estructuras oficiales siguen avanzando, con mayores problemas la toma de posesión de nuevos funcionarios es permanente, sin embargo, ya en el interior, todo indica que hay una especie de lucha abierta entre los que quedaron y los que están por llegar. Un funcionario identificado con la izquierda refería al reportero que “en la mayoría de las secretarías de despacho, direcciones y demás áreas, hay una especie de duplicidad de cargos, los que quedaron se niegan a desalojar y andan en una actitud retadora”. Incluso recomendó a quien escribe, “date una vuelta por la Secretaría de la Gubernatura y otros despachos, vas a ver personas sentadas en las salas de espera, fumando y platicando en plena mañana, son los empleados que rechazan presentar sus respectivas renuncias”. Luego agregó que “ya no están en sus lugares de desempeño, porque ya llegaron sus sustitutos, pero ellos continúan en nómina y se reúnen en cafés, como el Italian y al término de la jornada, regresan para checar”. Incluso mencionó que “con la clara intención de sacarlos de la jugada, en algunas dependencias modificaron la forma de checar entradas y salidas, pues estos tomaron hojas y escribieron sus nombres para dejar testimonio de que asistieron a su trabajo”. El comentario va en el sentido de que, por encima de presumibles acuerdos y pactos hay una decisión absoluta de algunos mandos de estructuras medias en la administración pública, de hacer valer sus derechos laborales y aceptar entregar las renuncias únicamente si hay liquidación adecuada de por medio. Todo esto, de acuerdo con la información, lleva a un ánimo de confrontación de bloques en el Gobierno estatal, lo cual impide que la naciente gestión pueda desarrollar sus tareas de manera ágil y correcta, el inconveniente es que todavía los que se niegan a irse manejan parte de los archivos que tienen que ser ya atendidos por el Gobierno en turno. Bueno, en las propias oficinas del Ejecutivo es donde se están dando este jaloneo y se piensa qué hacer con cierta estrategia, es decir, si los corren y los echan a la fuerza, buscarán dejar testimonio de que la administración de la nueva visión es agresora de los derechos laborales y de las garantías individuales, por eso se ha tratado de no meterse con ellos, aunque estén buscando la provocación. Pero en el fondo, aquellos a quienes aún no se les ha pedido renunciar, tienen la esperanza de que se les permita seguir trabajando hasta fin de año, para cobrar completas las prestaciones, como el aguinaldo, por eso no se quieren mover y hasta sostienen que ese fue uno de los compromisos entre Adame y Ramírez Garrido. Policía, por dónde empezar ¿Hasta dónde es verdad?, lo desconocemos, pero buena parte de lo que hasta hoy se ha dicho en materia de corporaciones policíacas, estatales y municipales lleva a considerar que son instrumentos inútiles para poder enfrentar el grave problema de la delincuencia e inseguridad. La secretaria de Seguridad Pública, Alicia Vázquez Luna, quien por cierto viene de formar parte de esas estructuras de procuración de justicia cuestionadas, señala que la absoluta mayoría de los elementos no cumplen las mínimas normas en la materia y vienen siendo reprobados en los exámenes de confianza. Información sobre el tema refiere que del total de los agentes en activo, sólo el diez por ciento estaría apto para cumplir cabalmente con su desempeño, lo que llevaría a tener que reponer en un 90 por ciento el número de los mismos, y para ello ya se hacen publicar convocatorias. Durante la última mitad del sexenio de Adame Castillo, cuando se complicó el asunto de la inseguridad, se destinaron cientos de millones de pesos con el argumento de hacer más eficientes los resultados, el señor se fue en medio de un clima mucho peor que antes, esa millonada no sirvió para nada, hoy observamos una tendencia similar. Se habla ya de que a partir del 2013, con un nuevo presupuesto, se intentará incrementar casi al 100 por ciento el salario de los policías, de unos siete mil 500 pesos que perciben hoy al mes, a 15 mil, eso dijo Vázquez Luna, claro, como una de muchas más acciones a emprender, a fin de lograr contener la ola delictiva. Ojalá que no acabemos gastándonos lo que no tenemos en la supuesta formación de “el policía del futuro” sin mayores rendimientos; son muchas las posibilidades de que así sea, pero de entrada, para aterrizar estas propuestas se requerirá duplicar el dinero destinado al rubro y francamente no tenemos claro de dónde saldrá. Para poder ver con mayor claridad habrá que esperar quién de todos los que aspiran, logra quedarse al frente de la Procuraduría, -por cierto, el Congreso buscará dejar en las facultades del gobernador el nombramiento directo-, porque dependiendo del personaje, podríamos medir sus alcances. Una vez reestructurados todos los mandos superiores en las instancias competentes en la materia se contará con las bases, para desde ahí, ir depurando hacia abajo, hasta conseguir las metas, pero por ahora, sólo hemos atestiguado discursos y buenas intenciones, no hay nada que nos lleve a condiciones serias de un cambio de fondo que termine con todo un historial desafortunado en la impartición de justicia del estado. Los reacomodos siguen en el Palacio de Gobierno.
Daniel Alcaraz Gómez Ayer los alcaldes priistas se reunieron con el gobernador y expusieron la situación económica de los Ayuntamientos que encabezan.
Daniel Alcaraz Gómez La composición del gabinete del Gobierno de Graco Ramírez Garrido se antoja bastante equilibrado, la presencia de la mujer es sobresaliente, es decir, no hay márgenes a reclamar en cuanto a equidad de género porque conforme a la Ley, existe una sobre representación. Pero en cuanto a la procedencia de cada uno de los integrantes, también se ve la visión de cumplir en la medida de las posibilidades, los perfiles necesarios para el buen cumplimiento de responsabilidades y no la clásica imposición de personajes ligados al partido. Es cierto que a algunos de ellos los vimos enrolarse en la campaña desde el principio y trabajar intensamente, pero de manera pública, la imagen que mantuvieron fue siempre de un esfuerzo más orientado a un proyecto que a una institución político-electoral. Claro, cargos clave de operatividad política y social como en el caso de la Secretaría de Gobierno, necesariamente tenían que ser entregados a colaboradores de mucha confianza, como en el caso de Jorge Messeguer Guillén, porque será quien se encargue de la política interna, pero fuera de ello, se ve la inclusión de capital humano de bastante nivel, aunque habrá que decir que con poca trayectoria en cargos públicos de Gobierno. Habrá que ver cuál es la reacción desde adentro, desde el Partido de la Revolución Democrática (PRD), porque sí hemos venido percibiendo una especie de inconformidad de muchos cuadros que consideraban ser llamados a colaborar por el hecho de pertenecer a ese instituto. Es decir, visto desde la óptica social, se antoja aceptable el cuerpo de colaboradores de primera línea, se orienta hacia la búsqueda de un buen desempeño en el cargo, que dé frutos tempranamente a los gobernados, pero para quienes consideran que ganaron la elección con el PRD como instrumento, las cosas son distintas. Recordemos lo que ocurrió en el Partido Acción Nacional (PAN), desde el 2000, con la llegada de Sergio Estrada Cajigal, éste desde la Presidencia municipal de Cuernavaca, tomó distancia de las estructuras partidistas y se rodeó de un equipo mayormente apartidista. Ello fue siempre un punto de conflicto con el panismo, pero la situación se complicó más cuando ganó la gubernatura, muchos azules reclamaron cargos de alto nivel, pero SEC optó por mantener el esquema y dio origen a lo que se llamó el neo-panismo, figuras no afiliadas al PAN que con los años fueron conformando una corriente alterna a los militantes y dirigentes de origen. Hasta el final mantuvo esta posición, que lo llevó incluso a enfrentar subrepticiamente el enojo panista que estuvo detrás de la intención de hacerle juicio político por ahí del 2004 y que logró superar con el apoyo de su amigo el presidente de la República, Vicente Fox Quesada. Marco Adame Castillo no fue muy distinto en eso, por lo menos los primeros cuatro años se rodeó de funcionarios poco identificados con la derecha, incluso cedió espacios privilegiados a figuras identificadas con otros partidos, como en el caso de Jorge Morales Barud, a quien nombró secretario de Gobierno en su momento, luego lo envió a Desarrollo Agropecuario. Rafael Tamayo Flores, en Desarrollo Económico, Alejandro Villarreal Gasca, en Finanzas, José Luis Rodríguez en educación y muchos otros, no eran militantes panistas y fue hasta la recta final donde, se entiende que para cumplir compromisos con Acción Nacional, aceptó ciertas sustituciones y nombró a cuadros blanquiazules, como en el caso de Rey David Olguín en Gestión e Innovación Gubernamental. Ramírez Garrido parece haber iniciado bajo las mismas estrategias, salvo con Jorge Messeguer, José Luis Correa Villanueva y algún otro más de vieja carrera perredista, la absoluta mayoría de los que arrancan la administración tienen más bien procedencia académica que partidista. De ahí que pensemos en la aparición de algunas críticas de quienes se consideran merecedores de una oportunidad por haber sido parte de los trabajos y la lucha electoral, o simplemente por llevar los colores amarillos. De cualquier manera, había que cuidar el inicio, pero ante la ciudadanía, que suele estar muy atenta respecto a quienes tienen la responsabilidad de trabajar por el estado y no concede experimentos. Esa parte se antoja bien trabajada, ya habrá tiempo en el camino para corresponder a quienes se la jugaron en la elección, pero hoy lo primordial es enviar un mensaje al pueblo de que el proyecto está pensado en función de los gobernados que esperan cambios fundamentales en la manera de ejercer el poder. Caso especial reviste todo lo que tiene que ver con la impartición de justicia y la seguridad, aquí se tendrá que trabajar horas extras para poder devolverle la calma a los morelenses, son muchos los agravios sufridos de dos o tres años a la fecha, decía el secretario de Gobierno Oscar Sergio Hernández que en este año van más de 300 ejecuciones y eso de acuerdo a su estadística que siempre es minimizada, la realidad debe ser una muy distinta. El punto crucial es encontrarle la cuadratura a este mal que no es privativo de Morelos, todo el país se encuentra en llamas, pero aquí nos interesa lo que ocurre en territorio morelense y estamos de cabeza, así que esta parte sobre el desempeño del Gobierno entrante es la que estará permanentemente fiscalizada por el agraviado ciudadano que ya no aguanta lo duro y lo tupido. Pero igualmente los temas del empleo y la seguridad social tendrán que ser cuidadosamente impulsados, porque la carestía está pegando con todo, con la reciente escalada de precios, comenzando por el relacionado al servicio del transporte público, del que ahora ya nadie se acuerda. Todo está por escribirse. Imagen de los preparativos para la toma de posesión.